domingo, 10 de enero de 2016

LA DIETA ALCALINA

La dieta alcalina pone especial atención en aquellos alimentos que ingerimos, no desde el punto de vista de si estos nos harán engordar o adelgazar, sino desde la perspectiva de cómo estos afectan a nuestra salud. Este tipo de dieta es a favor de la ingesta de alimentos alcalinos (hortalizas, frutas), frente a los de tipo ácido (azúcares y harinas), ya que según los defensores de este método alimenticio, el consumo de alimentos alcalinos y su efecto inmediato en el pH de nuestro cuerpo (nivel de acidez del mismo), nos protegen de ciertas enfermedades.
Sabemos que la salud de nuestro cuerpo depende de cómo nos alimentamos. Por lo tanto, una mala alimentación es sinónimo de padecer algún tipo de dolencia, mientras que una alimentación equilibrada nos protegerá de sufrir enfermedades. Y en esta misma premisa se sustenta la dieta alcalina dado que ciertos estudios científicos vaticinan que  las enfermedades de tipo cardiovascular, de pulmón, riñones, cerebrales e incluso el cáncer, tienen más tendencia a desarrollarse en un cuerpo con un elevado porcentaje de acidez que en un cuerpo de tipo alcalino. 

El pH de nuestro cuerpo, o lo que es lo mismo, el nivel de acidez de nuestro organismo, se mide en una escala de 0 al 14. De 0 a 7 se consideraría un cuerpo ácido mientras que de 7 a 14 sería alcalino. Para buscar el equilibrio, la dieta alcalina apuesta por una alimentación a base de frutas y verduras dejando de lado toda las carnes así como a los lácteos, las grasas y los azúcares también están excluidos de esta dieta.

Con este tipo de alimentación más saludable, se conseguirá en primer lugar, desintoxicar nuestro cuerpo y se hará a través de la orina. Ésta será más fluida y alcalina, lo que favorecerá la eliminación de toxinas al mismo tiempo que nos protegerá de padecer cualquier infección en los riñones. Y en segundo lugar, puesto que se ha dejado fuera de nuestra alimentación aquellos productos grasientos, nuestro peso disminuirá.  
La dieta alcalina no alberga en sí ninguna pócima mágica. Simplemente, apuesta por una alimentación adecuada dando prioridad a las frutas y verduras en detrimento de las comidas rápidas, procesadas, productos industrializados, aquellos con elevado contenido en azúcares y harina. Se trata, de tener y seguir ciertas rutinas alimenticias.

Como hemos visto anteriormente, un cuerpo cuyo pH es de 0 a 7 quiere decir que tiene un elevado porcentaje de acidez. O lo que es lo mismo, nuestro propio cuerpo constituye un imán para las enfermedades. Para evitar cualquier tipo de adversidad, lo ideal sería encontrar el equilibrio entre la acidez y la alcalinidad. 
La gran mayoría de las enfermedades pueden generarse en el cuerpo porque nuestro PH tiene un nivel demasiado ácido.  Cada vez más estudios realizados han llegado a la conclusión de que si tienes un PH alcalino, es muy dificil que las enfermedades puedan avanzar.  Según estos estudios, si consigues alcalinizar tu cuerpo, podrás evitar muchos tipos de enfermedades.La importancia del pH adecuado en los tejidos del cuerpo

Menos el estómago que debido a sus secreciones digestivas hacen que haya un entorno ácido, el resto del cuerpo necesita un pH alcalino para su óptimo funcionamiento. Si esto no es así las enzimas digestivas y metabólicas y órganos trabajarán por debajo de su nivel óptimo y esto se notará en la salud y nivel energético general.

El pH de la sangre debe mantenerse entre 7,35 y 7,45, este rango es muy pequeño y hace que nuestro organismo de prioridad a mantener estos niveles en detrimento de otros sistemas que tienen un rango más amplio, que para mantener estos niveles, sueltan minerales alcalinos para evitar que la sangre se vuelva muy ácida, y pueden llegar a volverse ácidos si esto es necesario.
La sangre toma los minerales alcalinos del sistema digestivo, por lo que mantener un pH adecuado en sangre está relacionado con una buena digestión.

La importancia de la digestión adecuada
Beneficios de la dieta alcalina
Una buena digestión influye en la manera en que los nutrientes pueden ser asimilados y transportados allí donde hace falta para mantener un buen pH de la sangre, y del cuerpo en general.
Si la digestión no es óptima habrá un déficit de electrolitos como sodio, potasio, magnesio y calcio en nuestro sistema, y este desbalance afecta a la eliminación de las toxinas del organismo.
El tener una digestión óptima hace que nuestro sistema pueda hacer una fácil eliminación de lo que va generando y mantener así un equilibrio ácido-alcalino.
El equilibrio de minerales, electrolitos y otros nutrientes esenciales en nuestro organismo hace que las células funcionen correctamente y estén suficientemente oxigenadas, si esto no es así, las células no pueden funcionar adecuadamente y empiezan a morir.

Principios de la dieta alcalina
La dieta alcalina consiste en el consumo de alimentos principalmente alcalinos, lo ideal es que llegue al 75% y un mínimo de alimentos ácidos, lo ideal es que sólo sea el 25% de lo que ingerimos, hay que tener en cuenta que esto abarca lo que comemos y lo que bebemos.
Hay que evitar los alimentos procesados, azucarados  y carbohidratos, porque son generadores de ácido y además aumentan el nivel de glucosa en sangre rápidamente y esto también es perjudicial para la salud.
No hay que rechazar por completo los alimentos productores de ácido, ya que el ácido, en su justa medida, también tiene su papel en nuestro metabolismo.
Muchas enfermedades son el resultado de un esfuerzo del organismo por mantener el equilibrio interno ácido-alcalino. Expertos coinciden en que el cáncer por ejemplo se acelera si se mantiene un nivel ácido en los fluidos, las células cancerígenas viven mejor en un ambiente ácido y con poca oxigenación que las células normales de los tejidos.
Una dieta vegetariana puede mantener un balance adecuado del pH ácido-alcalino.

Alimentos ácidos
Arándanos y ciruelas por su contenido en ácido benzoico.
Frutas no maduras.
Harinas blancas.
Azúcares refinados y sacarina.
Bebidas carbohidratadas, alcohol, café.
Alimentos refinados y procesados.
Vitaminas sintéticas, aditivos químicos, colorantes, conservantes.
Pescado, carne, huevos, leche y cereales.

                                                                                    Alimentos alcalinos
Casi todas las frutas y verduras maduras. (Tener en cuenta que las que se han cosechado en tierras preparadas comercialmente y desmineralizadas serán menos alcalinas que las que proceden de un cultivo más ecológico).
Miel
Semillas y frutos secos
Hierbas aromáticas
Germinados
Algas marinas
Pasas
Soja y sus derivados

Síntomas de una dieta muy ácida y pH ácido 
Mantener una dieta muy ácida hace que las personas manifiesten un bajo nivel energético general, lentitud en procesos mentales, dolores de cabeza y depresión.
Los síntomas principales son la fatiga y la tensión muscular.
Dolores de espalda y dolores musculares en general son provocados por niveles bajos de calcio. Tensiones musculares de hombros y cuello, artritis y osteoporosis.
Cuanto más ácido sea el sistema de una persona, más irritable puede llegar a ser, ya que se pierden electrolitos de los músculos y del sistema nervioso.

Síntomas de un pH equilibrado
Buen nivel de energía.
Sistema nervioso tranquilo y sistema muscular relajado.
Digestión óptima y motilidad intestinal adecuada.
Ausencia de resfriados, que indica un sistema inmunológico fuerte.
Sensación de claridad mental, vitalidad física, mental y plenitud espiritual.

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